Viborada era de linaje noble, pero se unió a la abadía benedictina de Saint Gall (Suiza) Allí empezó como tejedora y encuadernadora de los libros de la importante biblioteca de la abadía (foto actual de la misma)

Se estableció en su monasterio y fungió como maestra de latín para con su hermano Hatto, para que este pudiera cantar: “Oficio Divino”.

La pobre Viborada fue acusada (a saber, en aquella época de lo que podían acusar a una mujer) y hubo de someterse a la ordalía (Juicio de Dios) posiblemente introduciendo su brazo en un caldero hirviendo o aplicándose hierros candentes en el cuerpo.

Debió de aguantar el tormento porque la declararon inocente, pero ella decidió retirarse para siempre y convertirse en una asceta. Le dejaron quedarse en una celda al lado de la iglesia del monasterio donde mucha gente le iba a consultar como puede verse en la imagen.

Se ganó fama como profetisa. Su predicción más famosa es anticipar un ataque de los magiares. En la imagen una representación de época.

Con este aviso alertó al abad Gilberto para que escondieran los libros y se refugiaran en las cuevas cercanas. Así hicieron y el abad intentó convencer a Viborada para que también escapara con ellos, a lo que la monja se negó y se puso a rezar de rodillas.

Como era previsible el ataque de los razzias magiares llegó a San Galo a la abadía en Saint Magnus rompieron el techo de la celda donde se encontraba Viborada, rezando, y le clavaron un hacha en la cabeza.

Fue, la primera mujer canonizada y se la representa con un hacha y con un libro.

Su festividad es el 2 de mayo.

En Colombia, en Bogotá en una casa Colonial, una mujer de nombre Yolanda Auza, fundo la que hoy se conoce como Wilborada 1047. Una librería que como ella cuenta comenzó con una idea romántica así: “Siempre quise un nombre que recordara el medioevo. El número de la casa 1047, y quise saber qué había pasado ese año. Investigué y encontré que el 2 de mayo de 1047 fue canonizada la primera mujer por el rito de Roma. DE ahí el nombre de Wilborada. Salió mal escrito por primera vez, y me gusto.” Si, ella fue la patrona de los libreros en Suiza en una abadía de Sant Gallen. Y yo soy la librería en Bogotá1